Viaje Improductivo

04/08/2015 11:55

EL VIAJE IMPRODUCTIVO por París Uki (Julio 2015)

 

Hace ya un mes que nos despedimos los Improductiv@s en Viena tras el viaje que iniciamos y recorrimos junt@s desde febrero de 2015. Ahora, tomando distancia física y temporal -aunque no emocional-, quiero reflexionar y compartir mis propias vivencias como facilitadora de este proceso de creación colectiva.

En mi trabajo como facilitadora, me resulta una práctica natural y necesaria el registro de mi propia actividad y la documentación de cada proceso que facilito (cuaderno de campo, foto, vídeo y registro de las voces de l@s participantes). Varios años como investigadora (de)forman a cualquiera, lo siento y no puedo evitarlo. Cualquier proceso de aprendizaje colectivo -e individual- lleva consigo la producción y adquisición de nuevo conocimiento, por lo que la documentación es útil: no sólo como material para el curso de nuestro propio proceso, sino también como una aportación al acerbo cultural: juntos hemos explorado y construido este conocimiento, pero no es mío, ni de nadie, sino de tod@s.

A pesar de mis limitaciones comunicativo-narrativas, quiero relatar cómo ha sido el “Viaje Improductivo” desde la perspectiva de la facilitación, tarea poco fácil -puedo asegurarte- pero muy bonita. Te invito también a inspirarte y multiplicar esta “experiencia improductiva”:

Después de dos años entrenando improvisación teatral con el grupo “Improductivos”, y con ganas ya de incorporar otras técnicas de teatro del oprimido y teatro experimental, planteo -no sin riesgo a quedarme sola- iniciar junt@s un viaje de exploración personal y colectiva, utilizando el teatro como nuestra herramienta de investigación y creación colectiva. Tras esta propuesta arriesgada, nos embarcamos 15 personas en este viaje.

 

De donde partimos...

Partimos siempre de la persona, del “yo”, y en el camino iremos explorando desde el interior de cada un@ de nosotras, hacia afuera, hacia el “otro” -donde nos reflejamos y aprendemos-, para llegar al “nosotr@s” y la conviviencia inclusiva y cooperativa. Esta es la semilla de Improspañol, y como "semillista", la planto y la nutrimos en cada viaje. La semilla está presente en cada etapa y florece al finalizar el viaje, dejando sus esporas en cada persona que participa y multiplicándose para un próximo proceso.

 

Aún partiendo de la persona (necesidades, deseos, expectativas y miedos), si queremos como colectivo aprender a cooperar, son necesarios al menos tres puntos de partida:

 

1-El interés común. ¿Cuál podía ser el tema que nos une a tod@s, que nos ofrezca cohesión grupal y coherencia a todo el proceso de exploración? Gracias a Nico y María (Proyecto Jugar y Actuar), y unas cañas en el Matadero de Madrid, iluminaron lo que tenía delante de mis narices: “la Improductividad”. Ya que nos auto-denominamos “Los Improductivos”: ¿Qué significa para nosotr@s, como colectivo/grupo, la improductividad?, ¿Cuál es nuestro imaginario colectivo sobre las personas consideradas improductivas? Y ¿Cómo podemos expresar nuestras ideas/vivencias y emociones a través de una obra de teatro?

 

2- Una tarea colectiva. ¿Hacia dónde vamos junt@s?. Propuse crear una obra de teatro que sería mostrada a finales de junio de 2015. El qué vamos a crear, quiénes estamos, y el cómo lo creamos, se iría descubriendo por el camino.

 

3- Delimitar nuestro “campo de juego”. ¿Cuáles son nuestras reglas de juego? La primera y más importante: el cuidado, yo me cuido y cuido al otro, esto es una responsabilidad grupal. También se explicitó la metodología -teatral- y en este caso yo era la responsable; la sostenibilidad del grupo (responsabilidad de cada cual en la gestión de los recursos: el tiempo, las aportaciones, la energía...) y la honestidad (es un proceso en el que caminamos desde y con la verdad, nuestra verdad).

 

Caminito, caminito... nos vamos encontrando, conociendo, y creando junt@s.

El viaje completo tuvo una duración de 20 Encuentros Improductivos -o 5 meses caminando-. Cada uno de ellos compone una unidad en sí misma con una temática concreta y, al igual que en el viaje completo, la estructura básica es partir desde el “yo” para llegar al “nosotr@s” creando colectivamente alguna obra al final. En cada encuentro se abría un nuevo proceso, personal y colectivo, que cerrábamos ese mismo día. Aquello que creábamos juntos se consideraba acerbo cultural del propio grupo, y piezas de un puzzle que finalmente se construyó como nuestra Obra Improductiva.

 

Durante el viaje, muchas personas iniciamos y terminamos juntas, algunas personas decidieron no seguir caminando, y durante el camino, otras personas se unieron a nuestro viaje. La riqueza de este viaje para mí fue aprender a “ser grupo” en cada encuentro, independientemente de quiénes estemos y seamos. Aceptar el “no estar” también es parte del proceso y del aprendizaje de cada un@ de nosotr@s, al igual que aceptar que algún compa decida salir del proceso, o volver a entrar más adelante... respetar las decisiones de los demás sin juzgar ni tratar de convencer, sino escuchar y aceptar. Y por supuesto, repetir y repetir mi lema favorito: “jugamos con lo que tenemos”, es decir, creamos aquí y ahora, con quiénes somos y con lo qué traemos a este encuentro.

En un viaje también se viven momentos duros y difíciles, pero son éstos los que nos aportan un gran aprendizaje: Jugar con la incertidumbre, los miedos, las expectativas y las necesidades, no sólo tuyas sino de 15 personas más. Sentir que en algunos momentos tus fuerzas flaquean, bien porque llevas demasiado peso en la mochila, o sientes que caminas sola, o tienes miedo de guiar hacia el abismo... Pero entre encuentro y encuentro, paras, reflexionas sobre cómo estás y miras alrededor, quizá cruzas la mirada con algún compa de viaje... algo en tu interior te mantiene con fuerzas para caminar junto a las demás: la confianza se manifiesta y sientes que sí, que “Sí se puede”.

 

Un proceso de creación colectiva no es fácil, pero tampoco imposible. Hace muchos años aprendí con la improvisación, y ahora aplicado a los procesos cooperativos en general, que es más fácil y satisfactorio cooperar en una creación colectiva cuando mantenemos los egos fuera del “campo de juego” -tarea verdaderamente complicada-. Es necesario aprender a cooperar, o mejor dicho, “desaprender” a competir.

 

Una de las cosas más bonitas de un proceso colectivo es que cada una de nosotras nos sentimos identificadas con la obra. Nuestra obra improductiva (IMPROCREACIÓN -una experiencia improductiva-) se construyó como un puzzle, con retazos o piezas -performance corporales y escenas- creadas y transformadas a partir de nuestras propias vivencias. Sacamos lo que cada un@ de nosotr@s llevábamos dentro para crear junt@s algo nuevo con estética propia: expresamos con nuestros cuerpos, nuestra música y nuestras emociones, nuestra propia perspectiva sobre la “Improductividad”. El día de la muestra pública, todas y cada una de las personas que participamos -unas 20 personas- vivimos una auténtica y preciosa jornada de cooperación. Fue un gran ejemplo de: “si se puede”. Cada cual tenía confianza en sí misma y en aportar lo que puede y quiere para el bien común. Así, los Improductivos tejemos los hilos que definen nuestra red de apoyo, a la que nos tiramos con los ojos cerrados.

 

A dónde llegamos... 

La muestra pública de la obra no es el final del camino, sino una de las etapas necesarias por las que es interesante pasar individual y colectivamente. Tuvimos un último encuentro tras la muestra de la obra, y quise cerrar el viaje con un “ritual de despedida”, para decirnos “hasta la próxima”. Vivimos (o re-vivimos) en este último encuentro todo el viaje improductivo, de nuevo desde las semillas de cada cual, compartimos con los otros nuestras vivencias personales durante el viaje, y creamos improvisando todo el grupo, un relato colectivo del Viaje. De nuevo, nuestra historia, nuestro relato construye nuestra propia identidad, en este caso, como grupo.

 

No hay día que no me acuerde de mis compañer@s de viaje, de lo vivido, de lo re-movido y de lo aprendido durante todo este proceso. Algo que realmente agradezco a todas y cada una de las personas que han participado en este viaje acompañándome. GRACIAS!

 

 Hasta la próxima! VIAJE CON NOSOTROS!!

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